Diario encontrado en la cuadra de un pueblo de los Anderfels
Mi trabajo no es que sea muy satisfactorio pero es necesario. Igual que mi padre, yo me encargo de los caballos. Estos días han sido especialmente alborotados, había que tener listos los caballos en la mejor de las condiciones. Relámpago está especialmente nervioso, es su primer viaje largo y creo que percibe algún tipo de peligro. Los animales son especialmente sensibles a este tipo de acontecimientos.
Nosotros no sufrimos ningún tipo de peligro, al menos mientras estemos bajo la protección del señor. Su poder es grande y su influencia mayor. Aunque últimamente la preocupación ha teñido su cabello de canas y le ha hecho envejecer bastante más rápido de lo natural. Creo que se esfuerza demasiado. Seguro que es por aquella carta que recibió hace unos tres días. Yo no es que me meta en los asuntos del señor pero tiene la costumbre de hablar con los suyos cerca de las cuadras y uno, aunque lo intenta controlar, es de naturaleza inquieta y de mente curiosa.
Hace tres días recibió una carta, una especie de invitación. Pero no esa clase de invitación a un evento agradable como una boda, aunque tampoco parece triste. Como he dicho, está preocupado y claro, nosotros, el servicio, percibimos esas cosas y es porque conocemos al señor desde su más tierna infancia. Se ve que el asunto a tratar es sobre una ruina en los Anderfels. No sé porque le preocupa tanto al señor, siendo nosotros de Tevinter, el imperio mágico más poderoso del mundo, no entiendo porque deberíamos preocuparnos por los pobretones de los Anderfels.
La cuestión es que han llamado al señor, como gran líder que es y mejor guerrero, para buscar una solución. La bondad de nuestro imperio no tiene límites pero el trabajo que acarrea tanta bondad no sé yo si es conveniente. Llevamos estos tres días trabajando sin casi dormir. Las cocineras preparan raciones y las salan para que se conserven, los herreros trabajan hasta casi dormirse en las forjas, los mozos lo empacan todo sin dejar apenas espacio y yo me he dedicado a revisar cada caballo, por lo menos, tres veces para comprobar que puede soportar el viaje que les espera. Sacro está entusiasmado, hace bastante que el señor no le monta y está emocionado.
Lo que más me preocupa del viaje es que yo también debo partir. Es la primera vez que salgo de la ciudad y tengo algo de miedo. Montaré en Relámpago, me lo ha concedido el señor para realizar el viaje. Aún me acuerdo de las nociones de mi abuelo sobre como usar una espada pero nunca he cogido una y parecen muy pesadas. No sé porque pero igual que Relámpago, me siento nervioso y tengo miedo. Serán sólo tonterías mías, el señor nos protegerá a todos.
840 TE “Diario encontrado en la cuadra de un pueblo de los Anderfels.”